Las fotos siempre mantienen intactos aquellos sentimientos que existieron en nuestras vidas.
Ellas no entienden de amores destrozados ni separaciones. No conocen las desavenencias surgidas, o la pereza entre encuentros frecuentes, que se apagan poco a poco, o acaban, con relaciones familiares de costumbre, agrandando su distancia con el tiempo.
Las fotos nunca dejan de recordarnos quienes fuimos, y aquello que pudimos sentir en cada momento, cuando cada elección de vida, contaba como una decisión acertada en nuestro pensamiento.
Las fotos son realidades de unos hechos que ocurrieron; son el rastro de un pasado reciente, o el recuerdo de un instante lejano, que dejamos aparcado en el olvido sin saberlo.
Las fotos son emociones que pudimos disfrutar. Son ilusiones pasajeras que volaron decepcionadas, o deseos maravillosos que se cumplieron.
Son el testimonio de cosas importantes que vivimos. El reflejo de muchas esperanzas que apunto estuvieron de abrazarnos, sin llegar a saber nunca, qué hubiera podido suceder.
Las fotos son imágenes de vida, donde cada cual intenta destacar a su modo, la belleza de su naturaleza. Son poses robadas de calle cuando jugamos a sorprendernos unos a otros. Ellas reflejan constantemente nuestras emociones, y desvelan los secretos de nuestra imaginación.

Las fotos son la imagen de una extraña infancia que fue creciendo con nosotr@s, y ya no nos pertenece. Aquell@s niñ@s que fuimos. Las inocentes miradas de equell@s adolescentes soñador@s.
El placer de una sonrisa amiga cazada al vuelo; la nueva experiencia de vida; el comentario comparativo entre iguales; la ilusión en instantes del viaje vivido; el regalo ofrecido y recibido; una intranquila sospecha del pensamiento; la sufrida evidencia de unos celos; un encuentro fugaz entre amigos que empiezan a conocerse; el principio y la razón de un nuevo amor que está a punto de nacer.

Las fotos son motivo de delirios de grandeza para crecidos famosos.
Pugna de egos personales, y pasión desenfrenada para admiradores activos.
Decepciones y alegrías para impacientes y ansiados coleccionismos.
Envidias atormentadas para aquellos que no entienden, lo triste que es pasarse la vida intentando copiar y emular, otras felicidades ajenas, olvidando inventar el guión de su propia felicidad.
Las fotos son sin duda. Esas silenciosas huellas de nuestros pasos. Son recuerdos recientes que tienden a envejecer con los años. La simple identificación de nuestras formalidades. El obsequio más preciado de aquellos que aprenden a amar y apreciar, los porqués de su contenido. Un premio merecido para corazones que se sienten correspondidos. El recuerdo añorado de los seres queridos que perdimos. La prueba de una existencia en la que cada cual vivió lo mejor que supo y pudo, cada intenso minuto regalado por el tiempo.
Las fotos nos resultan tan cambiantes en su significado cada vez que reseteamos nuestros pensamientos con el paso de los años, que apenas casi volvemos a verlas sin pretender juzgarlas, haciéndonos dudar entre los momentos que dejaremos caer en el olvido, o aquellos que decidimos
guardar para siempre.
De nada sirve arrepentirse de ellas, lamentarse, maldecirlas, ni romperlas o quemarlas por despecho. Aunque cada cual es muy libre de hacerlo por los motivos que sean, si eso les sirve de ayuda para sentirse mejor. (Comprensible en determinadas y nefastas ocasiones)
Las fotos son escenas sinceras de vida que ocurrieron simplemente en su momento.
Pensamientos escondidos que cambiaron sus promesas al final de su juego.
Miradas de pasión que se fueron apagando lentamente al dejar de entender la palabra respeto, sustituyendo las caricias y los besos con los que se enamoraron, por miedos, engaños, odio, rencor, y desprecio.
Lamentablemente, y a pesar de que las fotos no hacen más que recordarnos el momento. Son fechas señaladas que se perdieron en el siempre temido duelo de las razones.
Celebraciones que murieron decepcionadas, de esos días importantes de una vida, cuando nuestras voces solían sonreír al anunciar gritando, cada segundo de nuestra entonces, eterna e inmensa felicidad.
Las fotos que un día nos hicimos, no tienen la culpa de nuestros cambios personales con el tiempo.
Ellas son solo eso. Simplemente momentos de nuestras vidas que se fueron.
Experiencias multicolores dibujadas en el aire que volaron a favor o en contra del viento.
Miles de gestos personales que quedaron recogidos mientras transitaban sus caminos.
Sueños en mate y brillo, con distintos tamaños de papel.
Os deseo las mejores fotos en este mundo donde cada destino es tan incierto, como la propia relatividad de los buenos o malos recuerdos que al final lo acompañan.
¡Procurad disfrutar de vuestra felicidad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario