Después de alucinar con esos derroches desmedidos, procurándose la energía suficiente que les permitiera superar con éxitos aplastantes sus bestiales orgías desencadenadas.
Sales del cine como sintiéndote "el bobo triste de Hill Street", con la cara más humana del personaje que representas diariamente.
Con tus miedos, tus flaquezas, tus relaciones personales, y lo que hasta hoy, siempre consideraste tu punto de encuentro con la felicidad, y la mejor manera de sobrevivir a las inclemencias del tiempo que te rodean.
Eso Si.
Incluso algo reconfortad@ de no haber coincidido tener que ver la película, mientras intentabas ganarte la vida trabajando en cualquier Mc Donald´s honradamente.(Cuando veas la película sabrás por qué).
En fin.
Después de semejante noche loca de pantalla, hoy me ha apetecido volver a mi vida tranquila y cercana, respirando "un aire más puro" en mi pequeño paseo matinal.
Las tormentas a bordo de yates con helicópteros como techo, y salvamentos inverosímiles del "cabroncete" de turno, estarán muy bien.
Pero prefiero quedarme con la imagen de esta pequeña gaviota flotando entre reflejos y rayos de luz.
De nuestro apacible mundo junto al mar mediterráneo.
¡Maldito parné!
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