A sus 93 años, los recuerdos en su memoria y las ganas de seguir viviendo están intactas en su espíritu de vida, y la forma de enfrentarse con valentía en cada una de sus difíciles y experimentadas sensaciones.
Poc@s pueden decir lo mismo, pues es privilegio de no much@s, llegar a semejantes momentos de su existencia con la cabeza tan "bien amueblada", y llena de razones para seguir luchando, intentando abrazarse al mundo con su especial forma de ser.
Ella siempre es, y ha sido así. Una persona luchadora, ilusionada, familiar, generosa con los más necesitados, e independiente en sus quehaceres cotidianos, entre el amor y la incomprensión que la rodean, en cada una de las partes correspondientes de esas escenas de vida que siempre le tocaron, y aún le tocan vivir.
Afortunada de poder reír a su suerte después de haber conseguido burlar la inexistencia a diario, del sol y la luna durante tantos y tantos años en su particular batalla contra el tiempo.
Recuerdo que - y según me a contado en alguna que otra ocasión- una de sus divertidas travesuras de juventud, era la de colarse en aquellos tranvías de entonces donde la picaresca por ahorrarse el coste del billete, te hacia vivir una aventura "arriesgada" de improvisada destreza para evitar al revisor de turno, en tal de conseguir el premio de un viaje gratis por aquel Alicante de antaño.
Luego vinieron innumerables secuencias vividas de compañía entre familia y amigos, donde tod@s disfrutaban al sentarse junto a ella, jugando a contagiarse de sus risas con algún que otro chiste de los suyos, con sus rodillas pegadas en torno a aquella vieja mesa camilla con su pequeño brasero debajo, y su calor rojizo repartido entre aquellos rostros ilusionados, incluso con cierto aspecto de rubor.
Dicen que los colores se inventaron para que cada un@ de nosotr@s eligiéramos aquel que considerásemos oportuno para cada momento de nuestras vidas.
Pero está claro que nunca se llega a estar acertad@s del todo, a la hora de elegir el color deseado para cada ocasión.
Aún así. Tod@s intentamos ser felices de la mejor manera que podemos.
Las cosas saben de forma diferentes si aprendemos a enfrentarnos a ellas con la valentía de aquell@s que se esfuerzan en afrontarlas con entereza reconociéndose así mism@s, y lo intentan con todas sus ganas, sin importarles los muchos y raros pensamientos que sobre sus actos y forma de vida, ejerzan sobre ell@s los demás.
Nadie debería de sentirse tan diferente a otros ante los retos del camino. Pues aunque much@s quieran creer que sienten en exclusividad las cosas que en mayor o en menor medida nos suceden . No deben de ser tan diferentes y opuestas nuestras direcciones. Teniendo en cuenta. Que al final siempre existe un destino que a tod@s nos iguala.
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