martes, 9 de julio de 2013
de la ilusión de la cuna, a ver pasar el mundo a través de tu ventana
Gente que deambula calle arriba calle abajo, intentando prolongar sus deseos de juventud.
Centros de "reclutamiento" colmados de atenciones públicas y privadas, con la única carencia del
calor de tu sangre, donde nadie te llama,"papá o mamá".
Trapecistas del olvido, y callejeros del asfalto, que duermen en viejos portales, y "zaguanes de cajero" de sucursales bancarias, con la única intención de ver los días pasar.
Pobladores de un mundo de felicidad truncada, que arriesgándose en amores, sufren el desengaño del "unidos para siempre", por otra relación rival.
Sabios mensajeros y oradores de la verdad, que ocultan sus vergüenzas camufladas, parapetándose en la "honorabilidad" de sus repugnantes acciones.
Licenciados en comprensión sin escuchar a los demás.
Taciturnos demócratas de pandereta, que lucen sus símbolos patrios, colgados de los balcones de su "libertina libertad".
Viajeros de la noche que viven al limite de lo prohibido, abusando des sus acaudaladas billeteras, celebrando su embriagada y destructiva soledad.
Pregoneros del pecado entre el bien y el mal, que traducen el misterio en un miedo innecesario, con incesantes canciones que nos prometen la vida eterna, sin dejarnos creer en nuestra fe personal.
"Archiduques" de la información y la falsedad, que se empeñan en despreciar nuestra inteligencia humana, jugando a las palabras de las buenas intenciones, escondidos tras las ondas, o fingiendo en la pantalla, dejando su máscara a un lado al final de cada emisión.
Crece pelos milagrosos, tratamientos sagrados para el espíritu, acupunturas del tiempo, y prodigiosas formulas magistrales, contra la vista cansada, la ansiedad del cuerpo, y el maldito ardor.
Juventud con la urgencia de alcanzar sus metas intentando calmar su desaliento, pidiendo justicia a un esfuerzo que un día emprendieron con ilusión .
Adultos inconformistas que intentan frenar el tiempo, buscando sentirse jóvenes por miedo a enloquecer en su madura realidad.
Y ellos?
Aquellos tiernos bebés hace más de ochenta años.
¿Quien les cambió su cuna por una ventana?
¿Quien decidió cambiarles los mimos por soledad?
Tal vez hoy.
Aún no lo entiendas.
Pero créeme.
Algún día lo sabrás.
Con todo mi reconocimiento y cariño. A tod@s es@s "viejecit@s" que ven un trocito de nuestras, esperanzadas, zigzagueantes, falsas, distinguidas, y alucinantes vidas. Pasar veloces. Durante un segundo de sus miradas.
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