La noche,
ese momento mágico donde el silencio agudiza los pensamientos, y las respuestas a tus dudas se agolpan en la punta de tu lengua, deseosas de alcanzar el nuevo día, con la intención de comunicarle a tu mundo más cercano, de lo que eres capaz en realidad.
Por primera vez, te sientes con ganas de enfrentarte a la vida, con la seguridad absoluta de creer en tus sueños.
De dejar atrás tantas indecisiones, que hasta hoy frenaron ese impulso de reconocerte a ti mism@. Por el hecho.
Esta vez si.
De estar sintiendo la extraña certeza, de haber encontrado las palabras adecuadas, que conseguirán dejar a un lado y para siempre.
Tu dubitativa y temerosa; antigua personalidad .
Al llegar la mañana esperada, sales convencid@ a la calle, segur@ de que ese momento ha llegado. Conseguirás enfrentarte a los problemas que te harán pasar pagina en busca de tu futuro ,
dejando atrás esos momentos en los que tuviste que guardar silencio.
Por miedo a poder expresar tus verdaderos sentimientos, incluso hasta el punto de perjudicarte a ti mism@.
Por temer herir la sensibilidad de los demás.
Ya lo dijo, Henry Wadsworth Longfellow:
"Decídete y serás libre"
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