martes, 7 de enero de 2014

aquellas caricias de entonces




Sin darnos cuenta.

 El paso del tiempo nos cambia como por arte de magia.

De niñ@s todo nos parece enormemente bello, y hasta las cosas más simples, son pequeñas tentaciones que nos hacen acariciar lo desconocido, como algo nuevo por descubrir, conocer, y comprender.

Los increíbles pensamientos y las fantasías de entonces, son sustituidos por una oferta variada entre la inocencia y la demanda en un mundo lleno de diferentes realidades, donde la competencia es un pulso entre falsas inteligencias. Y  la justicia. Suele ser presa de libres mercados.
 

Lo más triste de hacernos  adultos. 
Son esas sensaciones  humanas y dulces de nuestra infancia, de las que jamás deberíamos de desprendernos, y solemos abandonar en nuestro pasado . 


Y  a veces, aún peor. 

Conseguimos olvidar. 















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