VERBORREA Y SOLEDAD
Verborrea: enfermedad psicológica no diagnosticada. Es cuando una persona piensa en alto, y decide que nosotros estamos interesados en saber cuales son sus pensamientos.
Cuantas veces no habremos sido espectadores casuales en una de estas pintorescas situaciones, sin saber como reaccionar, ni qué decir.
------------------------------------------------------------------------------------------
CITAS OCASIONALES.
Un día, mientras esperaba mi tren en la estación. Un anciano les dijo a una joven pareja que estaban sentados a mi lado: sabéis?...
"La belleza física es un estado transitorio que se cura con el tiempo".
Al oír sus palabras, y coincidiendo fugazmente con su mirada. Pude ver, que junto a su tierna sonrisa, y una piel arrugada por el paso de los años, brillaba cristalina la luz de la experiencia en sus ojos.
Ni que decir tiene, que la extrañeza en el rostro de aquellos dos jóvenes, ante una frase tan corta y significativa como aquella. Puede que fuera el fiel reflejo. De algo que aún les costaba demasiado entender.
-------------------------------------------------------------------------------------------
BENEVOLENCIA PARA EMPEZAR.
Benevolencia: tal vez. Uno de los ejemplos educacionales más aconsejables a seguir.
Si la familia es una cuna de valores, por qué habríamos de mecerla de un modo inadecuado.
El hecho de no hablar mal de los demás bajo el techo de nuestro hogar, y mucho menos pretender juzgarlos, siempre suele ser uno de los principios más adecuados, para intentar inculcar dichos valores.
Lo importante es llegar a conocernos a nosotros mismos, y saber reconocernos como tal.
De nada sirve mantener una postura errónea.
Si tenemos claro que la verdadera madurez consiste en reconocer nuestros propios errores, y saber asumirlos con entereza, aunque sea delante de un hijo, habremos dado un paso muy importante de cara a su futuro comportamiento.
Nuestros hijos tienen que saber que además de padres, somos seres humanos que aunque nos haya tocado educar, también solemos equivocarnos como ellos.
De no hacerlo así, ellos crecerían con el equivocado ejemplo de lo aprendido, teniendo ciertos problemas de futuro a la hora de asumir sus propios errores, y padeciendo de algo a lo que solemos llamar, falta de madurez, ante esos momentos de vida donde tendrán que asumir la responsabilidad de sus acciones.